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BBVA y la sostenibilidad como motor de crecimiento

BBVA tiene la sostenibilidad como una de sus prioridades estratégicas y ve la transición energética como una oportunidad para avanzar y crecer. Por este motivo, acompaña a los clientes y les ofrece servicios de asesoramiento y financiación con el fin de contribuir a la descarbonización de la economía y generar nuevas oportunidades de negocio. El clima, el capital natural y el crecimiento inclusivo son los tres ejes sobre los que pivota una estrategia para impulsar desde el presente un futuro mejor, con un nuevo objetivo de canalización de negocio sostenible de 700.000 millones de euros hasta 2029.

La transición hacia una economía descarbonizada no sólo representa un desafío medioambiental, sino también un enorme esfuerzo de inversión a escala global. Se estima que alcanzar las cero emisiones netas entre 2021 y 2050 requerirá una inversión acumulada de cerca de 275 billones de dólares, lo que equivale aproximadamente al 8% del PIB mundial anual hasta mediados de siglo.

Este volumen de recursos implica una transformación estructural de sectores clave como la energía, el transporte, la edificación o la industria pesada. Sin embargo, esa transformación sólo será posible si se cumplen dos condiciones: que tenga sentido económico y que resulte justa en términos sociales. Es decir, que las inversiones necesarias generen rentabilidad para los actores que las impulsan y que los beneficios de la transición se repartan de forma equilibrada.

Este proceso se percibe como una oportunidad de negocio. En particular, la industria financiera juega un papel central en la movilización de capital hacia actividades sostenibles, tanto en forma de financiación directa como a través de productos de inversión, asesoramiento o banca transaccional.

En este sentido, BBVA identifica la sostenibilidad como la mayor oportunidad de negocio para el sector financiero en esta década. Esta afirmación se sustenta en la demanda creciente de empresas que buscan adaptar sus modelos productivos, mejorar su eficiencia energética o acceder a nuevas fuentes de financiación con criterios vinculados a aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).

A pesar de un entorno global marcado por la fragmentación y la incertidumbre, la sostenibilidad ya no tiene marcha atrás, y sigue cobrando más sentido económico y estratégico.

Evolución de la estrategia sostenible de BBVA

El banco ha situado la sostenibilidad como una de sus seis prioridades estratégicas. Desde 2018, BBVA ha reforzado su marco de sostenibilidad, con una integración transversal de la sostenibilidad en el modelo de negocio y como motor de crecimiento, tras el último plan estratégico. Este cambio se produjo en paralelo al avance del marco regulador europeo y a la evolución de las expectativas del mercado financiero.

Actualmente su estrategia de sostenibilidad se articula en tres ejes principales:

  • Clima: financiación de energías renovables, eficiencia energética, transporte limpio y descarbonización de sectores intensivos.
  • Capital natural: proyectos relacionados con gestión del agua, uso sostenible del suelo, residuos y biodiversidad.
  • Desarrollo social sostenible: Acceso a servicios y productos básicos, Inclusión financiera, vivienda accesible y asequible, apoyo a pymes, micropymes y emprendedores

En 2021 BBVA creó el Área Global de Sostenibilidad. Este área diseña e impulsa la estrategia de sostenibilidad y coordina su ejecución a nivel global.

Entre sus funciones destacan:

  • Integración de criterios de sostenibilidad en productos y servicios.
  • Incorporación de la sostenibilidad en la evaluación de riesgos y la concesión de crédito.
  • Seguimiento del Plan de Transición hacia la descarbonización, a través del Comité de Alineamiento en Sostenibilidad.
  • Impulso de la formación interna en sostenibilidad. Hasta 2023, BBVA ha formado a más de 100.000 empleados en materia de sostenibilidad.

La existencia de esta estructura centralizada permite una mayor coherencia estratégica, facilita el desarrollo de metodologías comunes y contribuye a que las iniciativas locales se mantengan alineadas con los objetivos globales del Grupo.

Canalización de negocio sostenible: evolución y objetivos hasta 2029

Uno de los pilares más visibles de la estrategia de sostenibilidad de BBVA es la canalización de negocio sostenible. Esta se entiende como la canalización de flujos financieros, de manera cumulativa, en relación con actividades, clientes o productos considerados sostenibles de acuerdo con estándares internos inspirados en la normativa existente, estándares de mercado, la normativa existente y las mejores prácticas de mercado .

En diciembre de 2024, BBVA alcanzó su objetivo de canalizar 300.000 millones de euros en negocio sostenible, un año antes del plazo previsto (2025). Tras esta meta, la entidad ha anunciado un nuevo objetivo: 700.000 millones de euros entre 2025 y 2029, centrados en los mismos tres ejes estratégicos (clima, capital natural y desarrollo social).

A diferencia del objetivo anterior —que cubría un periodo de ocho años— el nuevo abarca sólo cinco, lo que implica una intensificación en el ritmo de canalización y requiere una expansión significativa de productos y geografías. Para lograrlo, BBVA prevé:

  • Continuar ampliando su cartera de productos sostenibles en todos los segmentos: minorista, empresarial y mayorista.
  • Fortalecer su presencia en sectores emergentes vinculados con la transición energética.
  • Incrementar su actividad en mercados internacionales, especialmente en economías en desarrollo donde existe un alto potencial de impacto.

BBVA reconoce que la transformación hacia un modelo más sostenible requiere también de un cambio cultural. Por eso, desde 2022, la retribución variable de todos sus empleados está parcialmente vinculada a objetivos de sostenibilidad, como el volumen de negocio sostenible canalizado.

Para determinados perfiles de alto impacto (directivos, tomadores de riesgo), también se ha introducido una retribución a largo plazo asociada al cumplimiento de objetivos de descarbonización.

Además, la entidad ha creado una red de expertos sectoriales en sostenibilidad y ha desarrollado programas de formación interna que alcanzan a áreas clave como riesgos, financiación o gestión de clientes.

Sectores clave: oportunidades y riesgos

En línea con sus prioridades estratégicas, BBVA ha identificado sectores prioritarios para la canalización de negocio sostenible por su potencial impacto positivo en sostenibilidad y su peso en la economía real.

Ámbito climático:

  • Energías renovables: eólica, solar e hidráulica.
  • Movilidad eléctrica: financiación de vehículos y redes de recarga.
  • Eficiencia energética: en edificios, procesos industriales y consumo doméstico.

Capital natural:

  • Gestión del agua y tratamiento de aguas residuales.
  • Agricultura sostenible, con prácticas de conservación del suelo y adaptación climática.
  • Economía circular: reciclaje, reducción de residuos, reutilización.
  • Protección de biodiversidad: proyectos forestales y restauración de hábitats.

Ámbito social:

  • Apoyo a pymes, micropymes y emprendedores
  • Infraestructuras sociales: educación, sanidad, servicios básicos.
  • Inclusión financiera: bancarización y acceso al crédito para segmentos vulnerables.

BBVA ha publicado una Guía para la Canalización de Negocio Sostenible que refleja los criterios utilizados por el banco para clasificar las operaciones como sostenibles a efectos del Objetivo de Canalización 2025-2029 de la entidad.

Apuesta por las ‘cleantech’

En el ámbito del clima y el capital natural, hay que destacar la apuesta de BBVA por las ‘cleantech’ (también conocidas como tecnologías limpias), cuya finalidad es la de reducir o evitar el daño medioambiental –a través de la innovación– de procesos que actualmente se realizan con tecnologías de mayor impacto ambiental. Las ‘cleantech’ no solo abarcan los grandes desarrollos tecnológicos, sino también los servicios o modelos de negocio que tengan base tecnológica.

En este sentido, BBVA cuenta con una unidad específica de ‘cleantech’ con equipos globales especializados en asesoría y financiación situados en Houston, Nueva York, Londres y Madrid. En este ecosistema ‘cleantech’, BBVA también apuesta por compañías tecnológicas de rápido crecimiento a través de BBVA Spark –la unidad del banco para emprendedores e inversores de ‘venture capital’- ofreciéndoles productos de financiación estructurados (como el ‘venture debt’), además de soluciones financieras ágiles, flexibles y adaptadas a sus necesidades y etapas de crecimiento.

Además, el banco ha invertido hasta el momento 308 millones de euros  en fondos climáticos con foco en la descarbonización, como Lowercarbon, Fifth WallHy24, Just Climate, Suma Capital o Descarbonization Partners, incluida una alianza estratégica con KKR donde ha invertido 200 millones de dólares en su estrategia climática global.

Planes de transición: objetivos de descarbonización por sectores a 2030

BBVA tiene como objetivo alcanzar cero emisiones netas en 2050. Para ello, ha fijado objetivos intermedios a 2030 en diez sectores económicos con alta intensidad de emisiones (petróleo y gas, electricidad, automóvil, acero, cemento, carbón, aviación, transporte marítimo, aluminio e inmobiliario en España, tanto comercial como residencial). En estos sectores, el banco trabaja para alinear su cartera de financiación con trayectorias de descarbonización compatibles con el Acuerdo de París.

Algunos objetivos específicos incluyen:

  • Petróleo y gas: Reducción de emisiones absolutas en un 30% en petróleo y gas (upstream) entre los años 2021 y 2030.
  • Carbón térmico: objetivo de suprimir su exposición a clientes con actividad de minería del carbón térmico, o de generación de electricidad a partir del carbón térmico, en 2030 en los países desarrollados y en 2040 globalmente (en los términos definidos en el Marco Ambiental y Social).
  • Electricidad: reducción del 52% en intensidad de emisiones en el sector de generación de electricidad entre los años 2020 y 2030 (kg CO₂e/MWh) (alcance 1 y 2).
  • Automóviles: reducción del 46% en intensidad de emisiones en el sector de automoción entre los años 2020 y 2030, medido en gramos de CO2/v-km (alcance 3).
  • Otros sectores: Objetivos de reducción de intensidad de emisiones para cemento, acero, aviación y transporte marítimo, aluminio, inmobiliario comercial y residencial.

Estas metas se monitorizan anualmente y se reportan públicamente a través del Estado de Información No Financiera (EINF). BBVA utiliza metodologías como PACTA (Paris Agreement Capital Transition Assessment) y PCAF (Partnership for Carbon Accounting Financials) para la medición de las emisiones financiadas.

Los principales retos y prioridades de este Plan de Transición son el acompañamiento a sectores de altas emisiones, la ampliación de su alcance sectorial con nuevos objetivos climáticos, la adaptación a marcos regulatorios crecientes y la evaluación continua de la transición de sus clientes.

Estas líneas de trabajo configuran el marco desde el cual BBVA da continuidad a su objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050. La combinación de herramientas internas, procesos de evaluación y fijación de objetivos por sectores constituye una base estructural para su estrategia de descarbonización progresiva.

Transparencia y criterios: divulgación de metodologías y herramientas

En 2025, BBVA ha reforzado su compromiso con la transparencia mediante la publicación de dos documentos disponibles en la web de accionistas e inversores:

  • ‘Guía de canalización de negocio sostenible’, que define los criterios de elegibilidad y medición de productos y soluciones sostenibles, validada por un tercero siguiendo las mejores prácticas de la industria.
  •  ‘ESG Data Pack’, un informe en formato excel que facilita a los grupos de interés el acceso a información no financiera relevante de 2024, recogida en el Estado de Información No Financiera del Grupo.

Plan Global de Ecoeficiencia

BBVA ha establecido objetivos ambiciosos en su estrategia climática. Estos se recogen en el Plan Global de Ecoeficiencia, vigente desde 2008, y que en 2021 se renovó para el periodo 2021-2025. Dichos objetivos están enfocados a la reducción de impactos directos y la consecución del Objetivo 2025. El plan articula una estrategia global de reducción de impactos directos en torno a cuatro grandes ejes:

  • Reducción de consumos a través de iniciativas de eficiencia energética;
  • Uso de energía de origen renovable;
  • Concienciación e involucración de los empleados y otros grupos de interés en el camino hacia una economía baja en carbono;
  • Gestión de impactos ambientales directos mediante la compra y retirada de créditos de carbono.

Al cierre del ejercicio 2024, el Grupo comunicó avances significativos en la implementación de su estrategia de reducción de impactos directos:

  • Ha logrado una reducción del 81% de sus emisiones operativas (alcances 1 y 2) respecto a 2019. El banco ha logrado reducir sus emisiones operativas a 46.337 toneladas de CO2 en 2024.
  • El 97% de la electricidad consumida por BBVA proviene de fuentes renovables.
  • Ha ampliado el perímetro de medición de las emisiones de alcance 3. BBVA trabajará en la estimación del resto de las categorías aplicables del alcance 3 no incluidas a día de hoy en el cálculo de la huella, si bien se considera que no tendrá un impacto material.

BBVA está desarrollando un nuevo Plan Global de Ecoeficiencia, con objetivos fijados para 2030 y cuya implementación comenzará en 2025. Actualmente, ya cuenta con el objetivo interno de alcanzar un 100% de electricidad de origen renovable en el año 2030.

Un modelo operativo basado en la integración de riesgos y oportunidades

Más allá del posicionamiento, BBVA ha adoptado un enfoque práctico en la aplicación de la sostenibilidad a su actividad bancaria. Esto incluye:

  • asesoramiento a clientes minoristas, empresariales y mayoristas en la identificación de oportunidades sostenibles;
  • el desarrollo de herramientas digitales orientadas a facilitar decisiones de inversión o consumo más eficientes desde el punto de vista energético o económico;
  • y la incorporación del riesgo climático y social en los procesos de análisis de crédito.

El banco trabaja con un sistema interno de evaluación —el Indicador de Riesgo de Transición o TRi— que clasifica a los clientes según su grado de exposición y adaptación al proceso de transición energética.

El TRi combina:

  • Indicadores cuantitativos: intensidad de emisiones, exposición sectorial.
  • Indicadores cualitativos: existencia de planes de transición, gobernanza, compromiso con la descarbonización.

Los clientes se segmentan en cuatro niveles: avanzado, robusto, moderado y deficiente. Esta clasificación no solo se utiliza para evaluar riesgos, sino también para desarrollar estrategias de acompañamiento: líneas de financiación específicas, asesoramiento técnico, condiciones diferenciales.

En 2024, el 91% de la cartera de préstamos en sectores con altas emisiones ya contaba con una evaluación TRi activa. Esto significa que el cliente ha sido evaluado con esta herramienta y clasificado dentro del sistema (independientemente de su puntuación), que dicha evaluación está actualizada y es utilizada para decisiones de negocio y riesgo, y que forma parte del sistema de control y seguimiento del banco.

BBVA y su estrategia social

En 2021 BBVA se propuso destinar 550 millones de euros a iniciativas sociales y alcanzar a 100 millones de personas antes de 2025. Cuatro años después, no solo ha cumplido su objetivo: lo ha superado un año antes. Entre 2021 y 2024 se han invertido 594 millones de euros, beneficiando a casi 106 millones de personas en más de una decena de países.

Este esfuerzo se articula en tres ámbitos de actuación: educación, reducción de desigualdades y emprendimiento, y cultura e investigación. Más que líneas de acción, son reflejo de una visión: que la sostenibilidad también se construye con equidad, conocimiento y oportunidades.

La educación como palanca de desarrollo

La educación es, con diferencia, el ámbito que concentra mayor inversión. Más del 63% del total —unos 370 millones de euros— se han destinado a programas educativos entre 2021 y 2024 . Siete millones de personas han participado directamente en becas, capacitación docente o programas de educación financiera de BBVA. Y otros 50 millones han accedido a contenidos educativos gratuitos a través de plataformas como ‘Aprendemos juntos’, que se ha convertido en un referente del aprendizaje digital en español.

Proyectos con rostro humano

  • Chavos que inspiran (México): más de 50.000 becas para jóvenes en situación de vulnerabilidad, combinadas con acompañamiento formativo. Muchos de ellos son los primeros de su familia en terminar la universidad.
  • Educación Conectada (España): alianza con FAD Juventud para formar cada año a 20.000 estudiantes, docentes y familias en competencias digitales.
  • Teachers Academy (Turquía): más de 35.000 docentes formados anualmente por Garanti BBVA para preparar a sus estudiantes en habilidades del siglo XXI.
  • Conectados por la educación (Colombia): programa STEAM con una biblioteca digital abierta y conectividad para estudiantes y docentes en zonas rurales.
  • Leer es estar adelante (Perú): mejora de comprensión lectora en primaria con formación docente y libros para 25.000 niños al año.
  • Papagayo (Venezuela): formación a más de 5.000 docentes y 150.000 estudiantes desde hace 25 años, con foco en calidad educativa.
  • Educación financiera para jóvenes (Argentina): becas y educación financiera y digital, con 11.000 jóvenes beneficiarios anuales.

Microfinanzas: emprender en los márgenes

La inclusión financiera es otro de los pilares del modelo social de BBVA. A través de la Fundación Microfinanzas BBVA se apoya cada año a más de tres millones de emprendedores vulnerables en países como Colombia, Perú, Chile, Panamá o República Dominicana.

La Fundación es totalmente autónoma del Grupo BBVA, tanto en su personalidad jurídica como en su gobierno y gestión, e invierte su dotación (200 millones de euros) en la creación y consolidación de un grupo de entidades microfinancieras en América Latina, cuyos beneficios se reinvierten en la propia actividad de la Fundación, sin ningún retorno financiero para BBVA. Entre 2021 y 2024 estas microfinancieras han desembolsado más de 5.000 millones de euros en microcréditos.

La mayoría de beneficiarios son mujeres, trabajadores informales o pequeños negocios familiares sin acceso fácil al sistema bancario tradicional. Además del crédito, la fundación ofrece educación financiera, seguros básicos y formación digital.

Investigación, cultura y ciencia: una visión más amplia de la sostenibilidad

La Fundación BBVA, con un presupuesto de más de 25 millones de euros anuales, impulsa proyectos en ciencia, medioambiente, salud, cultura y humanidades. Lo hace a través de becas, premios, investigaciones y programas de divulgación. La fundación apuesta por expandir el conocimiento como una forma eficaz de abordar desafíos complejos como el cambio climático, la salud global o la cohesión social.

Respuesta a emergencias, voluntariado y solidaridad estructural

El compromiso social del banco también se ha activado en contextos de emergencia. Entre 2021 y 2024, BBVA ha donado casi 30 millones de euros ante crisis humanitarias y ha canalizado otros 15 millones gracias a las donaciones de clientes y empleados. Desde el terremoto en Turquía hasta la guerra en Ucrania o la erupción en La Palma, la entidad ha lanzado campañas de respuesta rápida en colaboración con ONGs y organismos humanitarios.

El caso más reciente fue la DANA en España (octubre de 2024), que causó graves inundaciones en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía. BBVA activó un plan de apoyo que incluyó:

  • Donación de 4 millones de euros a Cruz Roja.
  • Recaudación ciudadana a través de Bizum, con más de 7,5 millones de euros adicionales.

Paralelamente, el banco ha reforzado su voluntariado corporativo: entre 2021 y 2024, más de 53.000 empleados participaron en proyectos sociales, apoyando iniciativas educativas, de inclusión digital o en bancos de alimentos. También ha financiado a 141 ONGs mediante convocatorias como BBVA Futuro e Iniciativa Solidaria, con una inversión acumulada de 6,7 millones de euros.

Participación en rankings y foros internacionales

El posicionamiento de BBVA en sostenibilidad también se refleja en su presencia activa en los principales índices y foros globales de referencia en esta materia. Esta participación contribuye a la transparencia y al alineamiento con las mejores prácticas internacionales.

Índices de sostenibilidad en los que BBVA está incluido:

  • Dow Jones Best-In-Class Indices, en sus índices World y Europe.
  • FTSE4Good Index Series.
  • Euronext Vigeo Europe 120.
  • MSCI ESG Leaders Index.

Calificaciones recientes:

  • MSCI: calificación AA, que refleja un desempeño ESG por encima de la media del sector bancario (2025).
  • S&P Global ESG Score: 89/100, lo que sitúa a BBVA como el primer banco en Europa y el tercero en el mundo dentro del índice Dow Jones Best-In-Class (2024).
  • Carbon Disclosure Project (CDP). Calificación B (2024).
  • ISS ESG Corporate Rating: calificación “Prime”, que indica bajo riesgo ESG (2024).
  • Sustainalytics: ESG Risk Rating - 17,2 riesgo bajo (Escala: 0 (mejor) a 100 (peor)) (2024).

Premios y reconocimientos destacados (2024–2025):

Participación institucional en iniciativas globales:

La sostenibilidad como proceso de transformación continua

BBVA ha comunicado avances relevantes en sus objetivos en materia de sostenibilidad, tanto en el ámbito ambiental como social. La entidad ha alcanzado sus objetivos iniciales de  canalización de negocio sostenible e inversión social antes del plazo previsto, y ha integrado herramientas específicas para medir el desempeño climático de su cartera y el impacto de sus programas comunitarios.

De cara al periodo 2025–2029, la estrategia del banco seguirá centrada en ampliar la canalización de negocio sostenible, reforzar los mecanismos de control y clasificación, apoyar la transición de sectores emisores e intensivos en carbono y consolidar herramientas internas para la evaluación de riesgos y desempeño climático.

En paralelo, se mantiene el foco en ámbitos como la educación, la inclusión financiera y el apoyo al emprendimiento, con una combinación de programas estructurales, colaboración con entidades sociales y voluntariado corporativo.

Esta estrategia muestra un enfoque progresivo, donde la sostenibilidad se articula como una dimensión transversal del negocio, más que como una actividad separada. BBVA establece sistemas de trabajo que le permiten avanzar de forma gradual en múltiples frentes relacionados con la sostenibilidad y la transformación social.